Conocer este filtro de partículas puede hacernos evitar malos hábitos en la conducción que nos ayudarán a prevenir averías y a ahorrar en costes imprevistos.
Desde hace unos años, los filtros de partículas se han incluido en los coches diésel de forma obligada. Esto sucede a partir de la normativa Euro 6, con el fin principal de reducir la emisión de gases en los vehículos que aún hacen uso de combustible y con ello reducir la contaminación.
Para qué sirve el filtro de partículas
En resumidas cuentas, es el elemento que hace que tu coche diésel contamine lo menos posible.
El filtro de partículas diésel es un dispositivo que se ubica en el tubo de escape. Su misión es reducir el nivel de emisiones y lo hace reteniendo en sus paredes porosas, las partículas que producen los motores. Lo que va quedando es carbonilla, por lo que una vez que el filtro está lleno, es él mismo el que se encarga de la regeneración.
Los períodos de regeneración son variables, pero suelen encontrarse entre los 400 y 800 km. Durante algunos minutos, el consumo suele aumentar ligeramente debido a que el motor hace la función de inyectar más combustible, aumentando así los gases de escape y permitiendo la quema de partículas y su desaparición.
La ciudad daña el filtro de partículas
Los vehículos diésel que ya poseen este elemento, suelen tener un mecanismo de autolimpieza.
Como todos sabemos estos motores no son los ideales para trayectos por ciudad. Sin embargo, cuando éste es el uso que le damos, la acumulación de carbonilla en el filtro es mayor debido a que nuestro coche no llega a las revoluciones aconsejables y por tanto no hace su función de limpieza adecuadamente.
Cuando los trayectos son cortos, la eliminación de la suciedad es mucho más compleja debido a que es un proceso que necesita llegar a una temperatura mínima para la incineración además de al menos quince minutos para hacerse efectivo. Cuando la regeneración no es posible y el filtro mantiene la carbonilla, salta un testigo para avisar de que tiene un problema.
Aunque lo aconsejable sean trayectos largos sigue existiendo un problema: en los procesos de incineración siempre se va a quedar un pequeño resto de ceniza para el que no existe mecanismo de expulsión y que a su vez daña al propio filtro.
En los casos en que es necesario un mantenimiento mínimo y éste es inadecuado, puede producir incluso la desaparición de esta pieza, debido a que las altas temperaturas que alcanza provoca en ocasiones su fundición.
Cuando el filtro ha estado dando problemas o su limpieza no se completa de manera adecuada, normalmente tendrá que acabar siendo sustituido por otro.
En las peores situaciones, el filtro de partículas puede acabar derivando en costosas averías por haber dañado el motor e incluso el turbo. En este caso, la visita al taller es inminente.
Realiza un mantenimiento correcto del filtro de partículas y evita futuras averías
Por suerte para nosotros los conductores, la mayoría de los filtros de partículas pueden limpiarse y con un buen mantenimiento alargarás considerablemente la vida de esta pieza. Así que si ésta es la solución, a qué esperas. Estos son algunos de los consejos que te damos:
- No cortes la regeneración del filtro. No apagues el motor mientras la regeneración del filtro se está llevando a cabo. ¿Cómo lo sé? Debes comprobar el sonido del motor y el posible aumento de consumo instantáneo.
- Lubricante específico. Debe estar preparado para soportar el proceso de regeneración con el consecuente aumento de la suciedad. Aún así el fabricante de los vehículos suele hacer referencia al plan de mantenimiento que es aconsejable que sigas.
- Evita malos usos. Intenta realizar trayectos largos ayudando al motor a conseguir la temperatura ideal de funcionamiento y así permitir la limpieza del filtro. Lo ideal para que nosotros mismos permitamos la autoregeneración del filtro de partícula es estar en circulación durante 30 minutos a 2.500 revoluciones.
Si quieres hacerle un chequeo a tu coche puedes pedir cita en nuestro taller o contacta con nosotros, Caysa Móvil tu concesionario SEAT en Sevilla.